"¿Quién es, pues, feliz en este mundo?", por Swami Sivananda
Este texto lo escribió el maestro hindú Swami Sivananda a principios del siglo pasado. Está extractado del newsletter no.2 de la web YogaIntegral.org, enviado en febrero de 2004
"El hombre desea felicidad. Evita el dolor. Remueve el cielo y la tierra para obtener la felicidad que desea de los objetos sensoriales, y he ahí que se enreda en las redes inextrincables del Mundo. ¡Pobre hombre! No sabe que esos objetos son perecederos. Y lo que es mas, fracasa en obtener de ellos la felicidad deseada.
El placer sensual es ilusorio. El encantamiento permanece en tanto que la persona no posee el objeto deseado. Pero en el momento mismo en que lo posee, el encanto se desvanece. Descubre entonces que se ha metido en un enredo.
El rico que aun no tiene hijos piensa que será mas feliz cuando tenga uno. Se preocupa día y noche por tener un hijo, hace peregrinaciones y realiza diversas ceremonias religiosas. Pero cuando al fin tiene el hijo, se siente miserable, pues este padece ataques epilépticos y el tiene que gastar su dinero en pagar a los médicos. Pero ni aun así hay curación. Así es el ilusionismo de Maia. El mundo entero esta sometido a la tentación.
Un pobre, sin embargo, tiene catorce hijos, pero no tiene como alimentarles, por lo que se siente desdichado. Otro hombre tiene riquezas e hijos, pero uno de estos decide hacerse vagabundo, por lo que el padre se preocupa. Aun otro hombre posee riquezas e hijos buenos, pero su esposa es quisquillosa. Nadie es, pues, feliz en este mundo.
El juez se siente descontento, pues anhela convertirse en juez supremo. También el ministro se siente descontento, pues desea convertirse en primer ministro. El millonario se siente descontento, pues ambiciona convertirse en multimillonario. El marido esta descontento porque su esposa es negra y flaca; desea casarse con otra mas guapa. Pero la esposa se siente, a su vez, descontenta, y desea divorciarse para casarse con otro hombre mas joven y rico. Una persona delgada se siente infeliz; desea engordar, por lo que toma aceite de hígado de bacalao. Pero también la persona gorda es infeliz; desea adelgazar y toma pastillas adelgazantes. Ninguna persona esta, pues, contenta en este mundo.
El medico piensa que el abogado deber ser muy feliz. Pero el abogado piensa, a su vez, que el hombre de negocios debe ser mas feliz. Este piensa, sin embargo, que el juez es mas feliz. El juez cree que mas feliz que el es un profesor. Nadie es feliz en el mundo.
El emperador no se siente feliz. El dictador no es feliz. El presidente de un gobierno no es feliz.
iQuien es entonces feliz? El sabio es feliz. El Yogui es feliz. Quien ha controlado su mente es feliz.
La felicidad proviene únicamente de la paz de la mente. Pero esta proviene, a su vez, de un estado de mente en el que no hay ilusión.
El goce del objeto deseado no puede producir la satisfacción del deseo. Por el contrario, agrava e intensifica los deseos, inquietando aun mas la mente por causa del anhelo, de igual modo que al verter aceite, el fuego crece.
Muchas personas ricas, a pesar de sus inmensas riquezas y de poseer dos o tres mujeres, se sienten extremadamente miserables e infelices. He conocido a varios ricos terratenientes, y todos ellos se sienten descontentos, inquietos, malhumorados y muy desdichados. Es, pues, evidente que la felicidad no yace en el dinero, ni en los objetos, ni en las mujeres.
La Fuente de la Felicidad
No existe ninguna felicidad en ninguno de los objetos mundanos. No existe una sola pizca de felicidad en los objetos, porque estos son insensibles. Incluso el placer sensual es tan solo un reflejo de la dicha espiritual, o del Ser. Indica una ignorancia absoluta pensar que se deriva ningún placer de los objetos sensoriales o de la mente.
Cuando se produce un deseo en la mente, esta se llena de actividad, la mente se agita. Se inquieta e impacienta. Y permanecerá Inquieta hasta obtener el objeto deseado. Solo cuando se obtiene y disfruta el objeto, cuando el deseo ha sido gratificado, la mente tiende hacia el Alma Interna. Cesa entonces de funcionar y se llena de pureza. Todos los pensamientos se desvanecen durante apenas un segundo, y la mente descansa entonces en el Alma Interna. La dicha del Alma se refleja en el intelecto. Pero el hombre ignorante cree obtener la felicidad del objeto, al igual que el perro que mordisquea un hueso seco imagina hallar placer en ello y que saca sangre de el, cuando en realidad la sangre procede de su propio paladar.
La autentica felicidad se halla dentro de uno
La verdadera felicidad se halla dentro de ti. Se halla en el Atman. Es subjetiva. Se manifiesta solo cuando la mente se concentra. Cuando los sentidos se abstraen de los objetos externos, cuando la mente permanece fija en un punto, cuando dejas de albergar deseos y pensamientos, la dicha atmica empieza a amanecer y empiezas a experimentar la felicidad espiritual, o Ananda.
El almizcle se encuentra en el ombligo del ciervo y, sin embargo, este corre de aquí para allá para olerlo. El collar se halla en el cuello de la damisela, pero esta corre de un lado a otro en su busca. El valioso diamante se halla en tu interior, sin embargo corres en vano tras los trozos de cristal. De igual modo, el océano de dicha se halla en tu interior, la fuente de felicidad esta dentro de ti y, sin embargo, corres de aquí para allá en su busca. El Sol de soles brilla siempre dentro de ti mismo, mas tus ojos cegados no pueden contemplarlo. El sonido eterno resuena en tu interior, mas tus oídos ensordecidos no pueden escucharlo.
Ve adonde quieras, a Kashmir, a Viena o a los Alpes. Da lo mismo. No hallaras verdadero descanso. Las maravillosas vistas podrán relajar tu retina durante apenas un segundo. Pero la atracción y la repulsión, los celos, la pasión y la avaricia están en todas panes. Hallaras la misma tierra, el mismo cielo, el mismo aire y la misma agua. Y llevas contigo a tu propia mente. La imaginación y el cambio de lugar han engañado siempre a no pocos. ¡Oh hombre! Permanece contento. Vive donde desees, pero disciplina tu mente y sentidos. Medita en el Ser Interno incesantemente. Ahí hallaras la paz duradera. Entonces dejara tu mente de engañarte.
El Raya Bhartrihari, el Raya Gopichand y Buddha abandonaron sus reinos y todo tipo de objetos placenteros, palacios, música, etc., solo para alcanzar la dicha atmica imperecedera. Alcanzaron la inmortalidad. Y ellos no eran locos. De haber habido autentica felicidad en los objetos, habrían permanecido en este mundo. La dificultad estriba en que los hombres mundanos, con un intelecto mundano no son capaces de entender ni concebir la dicha espiritual supersensorial que existe mas allá de los sentidos, la mente y el intelecto.
La dicha espiritual
La dicha espiritual es la felicidad mas elevada. Es independiente de los objetos. Es constante, uniforme y eterna. Solo el sabio la disfruta.
El placer sensual proviene de la emoción. Pero la dicha del Alma es la felicidad del Ser. Es la naturaleza inherente al Atman. El placer es temporal y fútil. La dicha es eterna e imperecedera. El placer se mezcla con el dolor. La dicha es una felicidad sin mezcla.
Mantén tu mente en un estado moderado, o en el medio ideal. No la dejes correr hacia los excesos. Algunas personas mueren por la impresión producida por una depresión extrema, como también por una alegría extrema. No permitas que se produzca en tu mente una alegría excesiva. La mente tiende siempre a los extremos, ya sea a la depresión extrema o a la alegría extrema. Los extremos se tocan. Los extremos producen una reacción. La mente no puede permanecer calmada cuando experimenta una alegría excesiva. Haz que tu mente este siempre alegre, pero calmada.
Este mundo es una mera apariencia. La mente y los sentidos te engañan a cada instante. Confundes el dolor con el placer. No existe una sola pizca de felicidad en este universo sensorial. Abandona toda idea y toda lucha egoísta por amasar riquezas. Avanza directamente hacia ese control remoto que hace moverse a estos juguetes de carne y hueso que son los cuerpos humanos, el cual sostiene este gran escenario, pero que esta detrás de el. Solo en Él hallaras una felicidad duradera y una alegría eterna. Fúndete en Él practicando diariamente meditación y Yapam."
"El hombre desea felicidad. Evita el dolor. Remueve el cielo y la tierra para obtener la felicidad que desea de los objetos sensoriales, y he ahí que se enreda en las redes inextrincables del Mundo. ¡Pobre hombre! No sabe que esos objetos son perecederos. Y lo que es mas, fracasa en obtener de ellos la felicidad deseada.
El placer sensual es ilusorio. El encantamiento permanece en tanto que la persona no posee el objeto deseado. Pero en el momento mismo en que lo posee, el encanto se desvanece. Descubre entonces que se ha metido en un enredo.
El rico que aun no tiene hijos piensa que será mas feliz cuando tenga uno. Se preocupa día y noche por tener un hijo, hace peregrinaciones y realiza diversas ceremonias religiosas. Pero cuando al fin tiene el hijo, se siente miserable, pues este padece ataques epilépticos y el tiene que gastar su dinero en pagar a los médicos. Pero ni aun así hay curación. Así es el ilusionismo de Maia. El mundo entero esta sometido a la tentación.
Un pobre, sin embargo, tiene catorce hijos, pero no tiene como alimentarles, por lo que se siente desdichado. Otro hombre tiene riquezas e hijos, pero uno de estos decide hacerse vagabundo, por lo que el padre se preocupa. Aun otro hombre posee riquezas e hijos buenos, pero su esposa es quisquillosa. Nadie es, pues, feliz en este mundo.
El juez se siente descontento, pues anhela convertirse en juez supremo. También el ministro se siente descontento, pues desea convertirse en primer ministro. El millonario se siente descontento, pues ambiciona convertirse en multimillonario. El marido esta descontento porque su esposa es negra y flaca; desea casarse con otra mas guapa. Pero la esposa se siente, a su vez, descontenta, y desea divorciarse para casarse con otro hombre mas joven y rico. Una persona delgada se siente infeliz; desea engordar, por lo que toma aceite de hígado de bacalao. Pero también la persona gorda es infeliz; desea adelgazar y toma pastillas adelgazantes. Ninguna persona esta, pues, contenta en este mundo.
El medico piensa que el abogado deber ser muy feliz. Pero el abogado piensa, a su vez, que el hombre de negocios debe ser mas feliz. Este piensa, sin embargo, que el juez es mas feliz. El juez cree que mas feliz que el es un profesor. Nadie es feliz en el mundo.
El emperador no se siente feliz. El dictador no es feliz. El presidente de un gobierno no es feliz.
iQuien es entonces feliz? El sabio es feliz. El Yogui es feliz. Quien ha controlado su mente es feliz.
La felicidad proviene únicamente de la paz de la mente. Pero esta proviene, a su vez, de un estado de mente en el que no hay ilusión.
El goce del objeto deseado no puede producir la satisfacción del deseo. Por el contrario, agrava e intensifica los deseos, inquietando aun mas la mente por causa del anhelo, de igual modo que al verter aceite, el fuego crece.
Muchas personas ricas, a pesar de sus inmensas riquezas y de poseer dos o tres mujeres, se sienten extremadamente miserables e infelices. He conocido a varios ricos terratenientes, y todos ellos se sienten descontentos, inquietos, malhumorados y muy desdichados. Es, pues, evidente que la felicidad no yace en el dinero, ni en los objetos, ni en las mujeres.
La Fuente de la Felicidad
No existe ninguna felicidad en ninguno de los objetos mundanos. No existe una sola pizca de felicidad en los objetos, porque estos son insensibles. Incluso el placer sensual es tan solo un reflejo de la dicha espiritual, o del Ser. Indica una ignorancia absoluta pensar que se deriva ningún placer de los objetos sensoriales o de la mente.
Cuando se produce un deseo en la mente, esta se llena de actividad, la mente se agita. Se inquieta e impacienta. Y permanecerá Inquieta hasta obtener el objeto deseado. Solo cuando se obtiene y disfruta el objeto, cuando el deseo ha sido gratificado, la mente tiende hacia el Alma Interna. Cesa entonces de funcionar y se llena de pureza. Todos los pensamientos se desvanecen durante apenas un segundo, y la mente descansa entonces en el Alma Interna. La dicha del Alma se refleja en el intelecto. Pero el hombre ignorante cree obtener la felicidad del objeto, al igual que el perro que mordisquea un hueso seco imagina hallar placer en ello y que saca sangre de el, cuando en realidad la sangre procede de su propio paladar.
La autentica felicidad se halla dentro de uno
La verdadera felicidad se halla dentro de ti. Se halla en el Atman. Es subjetiva. Se manifiesta solo cuando la mente se concentra. Cuando los sentidos se abstraen de los objetos externos, cuando la mente permanece fija en un punto, cuando dejas de albergar deseos y pensamientos, la dicha atmica empieza a amanecer y empiezas a experimentar la felicidad espiritual, o Ananda.
El almizcle se encuentra en el ombligo del ciervo y, sin embargo, este corre de aquí para allá para olerlo. El collar se halla en el cuello de la damisela, pero esta corre de un lado a otro en su busca. El valioso diamante se halla en tu interior, sin embargo corres en vano tras los trozos de cristal. De igual modo, el océano de dicha se halla en tu interior, la fuente de felicidad esta dentro de ti y, sin embargo, corres de aquí para allá en su busca. El Sol de soles brilla siempre dentro de ti mismo, mas tus ojos cegados no pueden contemplarlo. El sonido eterno resuena en tu interior, mas tus oídos ensordecidos no pueden escucharlo.
Ve adonde quieras, a Kashmir, a Viena o a los Alpes. Da lo mismo. No hallaras verdadero descanso. Las maravillosas vistas podrán relajar tu retina durante apenas un segundo. Pero la atracción y la repulsión, los celos, la pasión y la avaricia están en todas panes. Hallaras la misma tierra, el mismo cielo, el mismo aire y la misma agua. Y llevas contigo a tu propia mente. La imaginación y el cambio de lugar han engañado siempre a no pocos. ¡Oh hombre! Permanece contento. Vive donde desees, pero disciplina tu mente y sentidos. Medita en el Ser Interno incesantemente. Ahí hallaras la paz duradera. Entonces dejara tu mente de engañarte.
El Raya Bhartrihari, el Raya Gopichand y Buddha abandonaron sus reinos y todo tipo de objetos placenteros, palacios, música, etc., solo para alcanzar la dicha atmica imperecedera. Alcanzaron la inmortalidad. Y ellos no eran locos. De haber habido autentica felicidad en los objetos, habrían permanecido en este mundo. La dificultad estriba en que los hombres mundanos, con un intelecto mundano no son capaces de entender ni concebir la dicha espiritual supersensorial que existe mas allá de los sentidos, la mente y el intelecto.
La dicha espiritual
La dicha espiritual es la felicidad mas elevada. Es independiente de los objetos. Es constante, uniforme y eterna. Solo el sabio la disfruta.
El placer sensual proviene de la emoción. Pero la dicha del Alma es la felicidad del Ser. Es la naturaleza inherente al Atman. El placer es temporal y fútil. La dicha es eterna e imperecedera. El placer se mezcla con el dolor. La dicha es una felicidad sin mezcla.
Mantén tu mente en un estado moderado, o en el medio ideal. No la dejes correr hacia los excesos. Algunas personas mueren por la impresión producida por una depresión extrema, como también por una alegría extrema. No permitas que se produzca en tu mente una alegría excesiva. La mente tiende siempre a los extremos, ya sea a la depresión extrema o a la alegría extrema. Los extremos se tocan. Los extremos producen una reacción. La mente no puede permanecer calmada cuando experimenta una alegría excesiva. Haz que tu mente este siempre alegre, pero calmada.
Este mundo es una mera apariencia. La mente y los sentidos te engañan a cada instante. Confundes el dolor con el placer. No existe una sola pizca de felicidad en este universo sensorial. Abandona toda idea y toda lucha egoísta por amasar riquezas. Avanza directamente hacia ese control remoto que hace moverse a estos juguetes de carne y hueso que son los cuerpos humanos, el cual sostiene este gran escenario, pero que esta detrás de el. Solo en Él hallaras una felicidad duradera y una alegría eterna. Fúndete en Él practicando diariamente meditación y Yapam."
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