Mis pasos por el Yoga, por Saraswatti Devi
Mis pasos por el Yoga
Este camino por el yoga lo inicio a los 35 años ¡gloriosa edad! De acuerdo a la ley Septenaria, que divide la vida en etapas de siete años perfectamente definidas, esta sería la sexta etapa, la edad adulta.
Quien al inicio de esta etapa, dice la ley, no haya solucionado y definido su situación frente a la vida ideológica y económicamente, muy difícilmente podrá hacerlo después a menos que desarrolle sus poderes internos.
En mi círculo familiar existía una persona que estaba en el Yoga y continuamente me hablaba de la sabiduría del Yoga y los beneficios de su práctica. Pero indudablemente el clic se produjo cuando estuve lista para recibir ese conocimiento.
Fue mi primera Maestra, Marina Martín’s Gabriel, infatigable peregrina en esta vida, maestra de yoga, formadora de profesores de yoga y de masajistas, fundadora de la Asociación ecológica de Río Claro, estado de San Pablo, Brasil.
Dejó esta vida en el 1999, a los 77 años como ella siempre lo soñó, en plena actividad, impartiendo sus conocimientos.
A ella, cada día, le ofrezco mi gratitud e incondicional amor por haberme iniciado en este maravilloso camino.
En mi afán de búsqueda me he topado muchos maestros, unos me han dado sabias instrucciones, otros me han mostrado lo que no debo hacer. Pero sin duda y con el correr del tiempo se encuentra el más noble y sabio: el Maestro interior.
Me he transformado en su discípula en los últimos años, muchas veces con rebeldía frente a lo que me estaba mostrando, porque es así, nos pone frente a frente con nuestra cara más fea.
En estos 20 años que llevo como profesora de yoga he aprendido mucho más de lo que he enseñado. Es que el maravilloso juego de saber dar y saber recibir, es el alimento más poderoso y curativo que tenemos.
Saraswatti Devi (Teresa Márquez Sanmartín)
3 comentarios
shakti -
karuna -
Ya te comenté que disfruto muchos con tus artículos, así que (for favor) no dejes de hacerlo. Son un contundente impulso para los que acabamos de iniciar este camino.
Besos,
Karuna
Nirmala -